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2025-07-30
El brazo de control (también conocido como brazo oscilante) es un componente central del sistema de suspensión de un automóvil, responsable de conectar las articulaciones de dirección de las ruedas con el marco. Se conecta de manera elástica a través de juntas esféricas o bujes, transfiriendo las fuerzas de las ruedas al cuerpo y asegurando que las ruedas se muevan a lo largo de la trayectoria predeterminada.
Estructura y materiales
El brazo de control generalmente está hecho de acero y aleación de aluminio, y su estructura puede ser en forma de "A", "L" o de horquilla. Se conecta mediante pernos y bujes para formar una conexión de bisagra.
Funciones principales
Transmisión de fuerzas: transfiere las fuerzas laterales de las ruedas, como la fuerza de frenado, hacia la carrocería, y transmite la fuerza motriz de la carrocería a las ruedas.
Control de movimiento: mediante conexiones elásticas, permite que las ruedas se muevan a lo largo de una trayectoria predeterminada, reduciendo la propagación de vibraciones y mejorando la comodidad de conducción.
Mantenimiento de estabilidad: asegura la estabilidad de la estructura del chasis para prevenir problemas como aflojamiento, ruidos anormales y oscilaciones durante la operación del vehículo.
Si el buje de goma o la junta esférica del brazo de control se dañan, puede resultar en un chasis suelto, desgaste anómalo de los neumáticos, y reducción de la estabilidad del manejo, entre otros problemas.